martes, 21 de julio de 2015

Psicología del Aprendizaje: ¿Cómo aprendemos?

¿Cómo aprendemos? Esta es una de esas preguntas que están la humanidad se hace desde hace muchos, muchos años, y que sin embargo sigue sin tener una respuesta clara. Como muchos otros temas en psicología, neurociencias y las demás ciencias que estudian como funciona la mente humana, no podemos responder a esta duda de forma clara y concisa. En este y otros temas hemos avanzado muchísimo desde que empezamos a investigarlos, pero la mente humana, al igual que el universo, es inmensa en cuanto a las dudas que plantea y su complejidad. Aún así, hay ciertas que sabemos y que nos pueden resultar muy útiles.

  • Una imagen vale más que mil palabras: A nuestro cerebro le gusta aprender de forma visual, de ahí que nos gusten tanto los medios audiovisuales (televisión, vídeos en internet...). No hay más que ver cuantos tutoriales hay en YouTube, es prácticamente seguro que si buscáis uno sobre casi cualquier tema allí lo encontraréis. Esto parecía bastante obvio pero siempre es necesario confirmar lo que intuimos usando el método científico, pues a veces la intuición nos falla. Además, atendemos más a las imágenes en movimiento que a las estáticas, así que quienes trabajen el el mundo educativo deberían aprovechar los medios que la tecnología por suerte nos brinda hoy en día.
  • General mejor que detalle: Algunos encontraran esto raro, pero aprendemos mejor cuando nos fijamos en el todo y no en los detalles, al menos en el primer vistazo. Se trata de una tendencia natural que nos ayuda a entender el contexto para luego pasar a los detalles menores, pero a veces puede ser un lastre cuando intentamos abarcar muchos datos de un plumazo. Una buena forma de convertir esa dificultad en una ayuda es, según los expertos, realizar un esquema de lo que hemos de aprender. Primero será sencillo y luego iremos añadiendo más y más datos, de modo que veremos los detalles y el todo al mismo tiempo, aprendiendo más y mejor.
  • Descansar es esencial: Otro dato que en realidad todos conocemos, pero muchos no aplicamos a nuestro día a día. La noche antes de un examen, lo último que nos conviene es estudiar en lugar de dormir. Esto es así ya que está más que demostrado que al dormir las horas necesarias nuestro aprendizaje mejora de forma muy significativa. Es como si ese descanso potenciara lo aprendido antes. Es más, incluso hacer la siesta después de una sesión de estudio mejorará lo que aprendemos. Los beneficios de dormir respecto al aprendizaje no acaban aquí, ya que haber dormido bien antes de aprender es necesario para que se consoliden bien esos conocimientos. Estos beneficios por cierto, se aplican tanto al aprendizaje cognitivo como motor, así que no tienes excusa para no dormir las horas que te tocan.
  • Por otra parte, y como puede resultar obvio, si no dormimos suficiente aprendemos peor. Pero no sólo esto, es que además las consecuencias negativas de no dormir van mucho más lejos. Por ejemplo, nuestra capacidad cognitiva cae en picado hasta que volvemos a dormir, llegando al punto de que no dormir en las 30h después de haber aprendido algo puede llegar a anular dicho aprendizaje. Por ello volvemos a lo que decíamos antes, la noche anterior al examen, mejor dormir bien (entre 7 y 9 horas).
  • Aprender enseñando: Esto seguro que lo habéis notado. Ya sea escribiendo un blog sobre lo que te gusta o explicándoselo a tus amistades, cuando trasmitimos una información la aprendemos mejor que si simplemente la estudiamos y nos la guardamos para nosotros mismos. Por lo tanto, no tengáis pereza de ayudar a vuestros compañeros, a la larga os puede resultar bastante útil.
  • Lobo solitario: Dicho lo anterior, hay que hacer un inciso, y es que aprendemos mejor solos que cuando nos ayudan. Esto ocurre debido a que invertimos más tiempo y esfuerzo en aprender cuando lo hacemos solos, equivocándonos y rectificando. Eso sí, es mucho más cansado, tardaremos más y tendremos que esforzarnos el doble. Digamos que para aprender algo, mejor sólo o con la ayuda justa. Sin embargo para obtener resultados rápido y ser eficientes, el trabajo en equipo es la clave (por ejemplo en un contexto empresarial).
  • Intercalar aprendizajes: Por último, sabemos una cosa del aprendizaje que todos podríamos aprovechar y pocos lo hacemos. Resulta que aprendemos mejor si estudiamos intercalando materias. Este método se llama estudiar en bloques y se basa en alternar entre un aprendizaje y otro, lo cual hace que nuestro cerebro no pierda interés y aprenda mejor. Nuestra mente siempre busca patrones nuevos, estímulos que le llamen la atención, así que la hipótesis al respecto nos dice que al cambiar entre tipos de estudio nuestro cerebro detecta estos nuevos patrones y así se mantiene alerta. No sólo sirve este método para intercalar por ejemplo matemáticas con lengua, sino que también podemos alternar entre tipos de actividad, como escribir, leer, escuchar lecciones grabadas, hablar sobre el tema, aprendizaje motor, etc. De esta forma también podemos mantener la atención mientras estudiamos todo el tiempo un mismo tema. 
¡Espero que saber todo esto os ayude mejorar vuestro aprendizaje!


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